sábado, 10 de mayo de 2014

El inframundo

El inframundo

El inframundo griego es un término que se emplea para describir a los distintos reinos de la mitología griega que se creía estaban situados debajo de la tierra o más allá del horizonte. Entre estos reinos se incluyen los Campos Elíseos, las Islas de los Bienaventurados o Islas Elíseas, la morada de los muertos o también llamada Hades y el Tártaro.

Mapa del Inframundo
Inframundo


CARONTE

Caronte es apenas un extra en las historias de algunos héroes que necesita un poco de atrezo infernal para sus aventuras en el inframundo.
José Benlliure. La barca de Caronte (1919).
Valencia, Museo de Bellas Artes

El primer paso al  inframundo

Caronte era el barquero de Hades, hijo de Érebo y Nix Su misión es pasar las almas, a través de los pantanos del Aqueronte, hasta la orilla opuesta del río de los muertos; éstos, en pago, deben darle un óbolo. De ahí la costumbre de introducir una moneda en la boca del cadáver en el momento de enterrarlo. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.

Se le representa como un viejo muy feo, de barba gris e hirsuta, vestido de harapos y en ocasiones  con un sombrero redondo.

Conduce la barca fúnebre, pero no rema; de ello se encargan las mismas almas. Se muestra con ellas tiránico y brutal, como un verdadero subalterno. Cuando Heracles descendió a los Infiernos, obligó a Caronte a pasarlo en su barca, y como éste se negara, el héroe se apoderó de la percha y le propinó tal paliza que el otro no tuvo más remedio que obedecer. Por otra parte, Caronte fue castigado luego por haber permitido que un viviente penetrase en el reino de los muertos; por ello estuvo un año encadenado.

Otros mortales también consiguieron entrar en el reino de los muertos como Orfeo y Psique.
La barca de Caronte, Sueño, Noche y Morfeo, por Luca Giordano
Spencer Stanhope. Caronte y Psique (1890)

CANCERBERO

El cancerbero es el guardián de la puerta del Hades, que se encuentra entre  el mundo de los vivos y el  de los muertos. Es el encargado de que ni los vivos pasen al Hades, ni que los muertos lo abandonen.
Cerbero, acualrela, William Blake.

Su cuerpo consta de tres cabezas de perro y en una cola de serpientes. Es temido por su fuerza y su agresividad a la hora de vigilar la puerta que tiene encomendada. Cada una de sus cabezas cuenta con afilados colmillos y, además, suele ayudarse con las serpientes de su cola para ejercer constricción sobre los seres a los que se enfrenta.
Lo malo de este animal es que tiene debilidades, la miel y la música. El cancerbero, que sólo ha sido vencido en dos ocasiones, una de ellas fue Orfeo que encantó al cerbero con la música de su lira. La segunda vez fue Hércules que, con su fuerza descomunal, consiguió vencer al animal y encadenarlo, consiguiendo así uno de los “doce trabajos de Hércules”.
Hércules, encadenando al Can Cerbero.

La miel es la otra debilidad del perro guardián. Los pocos que han conseguido ver al cerbero y han vuelto cuentan que sólo con tortas de miel se consigue aplacar al fiero animal. Si un viajero no lleva una buena provisión de tortas de miel el cancerbero se lanzará al ataque y el mortal quedará a merced del perro de por vida.

Jarrón etrusco con Can Cerbero

LOS 5 RIOS DEL INFRAMUNDO

AQUERONTE

El río Aqueronte es uno de los cinco ríos que se encuentra entre el inframundo y el Reino de los vivos. Está situado en Epiro, región noroccidental de Grecia.

Aqueronte también es conocido como el río de la Tragedia o Pena. Caronte llevaba las almas de los recién fallecidos hasta el Hades. Se cuenta que en sus aguas todo se hundía salvo la barca de Caronte, que accedía a pasar las almas de los difuntos a cambio del óbolo o de monedas de ceniza que se ponían a los muertos en los ojos para pagarle la travesía.

Río Aqueronte, parte superficial (reino de los vivos), en Grecia
En el Aqueronte del inframundo desembocaban los ríos Flegetonte y Cocito, considerado éste como una derivación de la misma laguna Estigia.

COCITO

 Por sus orillas vagaban los que no podían pagar a Caronte, según la mayoría de las fuentes, durante 100 años. Era un afluente del Aqueronte y era alimentado por las lágrimas de los ladrones, los pecadores y de todos aquellos de mala conducta.
Presumiblemente su padre era, como con los demás ríos, Océano.
El Cocito dantesco, ilustración de Gustave Doré.


Dante y Virgilio en el Cocito.  Ilustración de Gustave Doré.

FLEGELONTE

Es un río de fuego que corre por el Hades. Es un afluente del Aqueronte, y se le considera hijo de Cocito.

Por él corría fuego que ardía pero que no consumía combustible alguno. En La divina comedia (canto XIV) el Flegetonte estaba compuesto de sangre hirviendo y formaba parte del séptimo círculo del Infierno, conteniendo las sombras de los tiranos, los asesinos, los ladrones y los culpables de pecados relacionados con la violencia hacia los semejantes.

Virgilio menciona al Flegetonte con los otros ríos infernales en la Eneida.

LETE

Es uno de los ríos del Hades. Beber de sus aguas provocaba un olvido completo. Algunos griegos antiguos creían que se hacía beber de este río a las almas antes de reencarnarlas, de forma que no recordasen sus vidas pasadas.

Lete era también una náyade, hija de Eris, si bien probablemente sea una personificación separada del olvido más que una referencia al río que lleva su nombre.

ESTIGIA

Hija de Océano y Tetis o, según Higino, una diosa hija de Érebo (las tinieblas) y Nix (la noche). Personificaba un río del Hades, el río Estigia.

Estigia presidía sobre una fuente de Arcadia cuyo curso terminaba en el infierno.
Era la mayor y más respetada de las oceánides. Tuvo cuatro hijos con Palas: Niké, Cratos, Bía y Zelo.



Durante la Titanomaquia (o guerra de los olímpicos con los titanes) Estigia siguió el consejo de su padre y fue la primera entre los inmortales en ofrecer su ayuda a Zeus. Como recompensa, éste la colmó de honores, recibió a sus hijos en su séquito e hizo que su nombre fuera sagrado, prestando por él los dioses sus más solemnes juramentos. Cuando un dios prestaba juramento en su nombre, Iris llenaba una copa de oro con su agua. Quien abjurase bebía esta agua, perdiendo la voz y la respiración durante un Gran Año, es decir, nueve años, y era excluido otros nueve de las reuniones y banquetes de los dioses.

CITAS:

Cita a Caronte:
Ahí yace Caronte, que gobierna la lúgubre costa
Un sórdido dios: por debajo de su barbilla peluda
Una larga barba desciende, despeinada y sucia;
Sus ojos, son como hornos huecos en el fuego;
Una faja, llena de suciedad, une su obsceno atuendo.

Virgilio, Eneida 6.298–301, según la traducción de John Dryden (413–417)

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