Los arcos del triunfo se construían para conmemorar una victoria, aunque en realidad se construían para celebrar la victoria de un gobernante. Los primeros arcos del triunfo fueron construidos por los romanos y cada uno estaba dedicado a un general/gobernador victorioso.
El nombre del Arco de Bará es debido y deriva del nombre del Conde Bera, que fue el primer Conde de Barcelona.
Está construido por sillares rectangulares de piedra caliza que están perfectamente escuadrados y colocados. Su fábrica es de opus quadratum, que es una sistema de construcción de la Antigua Roma, donde los sillares de piedra se colocaban a la misma altura en hiladas paralelas regulares.
La parte inferior está compuesta por dos podium (podio) de planta rectangular que tienen tres hileras de sillares y una cornisa de sección rectangular. La primera de las hileras es la más grande y la piedra utilizada para esta parte inferior era distinta a la del resto del arco. Se levantan dos grandes pilares sobre estos podios con cuatro pilastras adosadas en cada uno. Están situadas, dos en los vértices exteriores y otros dos en los frentes, separados del lateral por el ancho del arco de medio punto que une los dos pilares.
Medidas: tiene 12 metros de largo por 2'40 metros de ancho. Cada pilar mide 3'70 metros en las fachadas principales, por 2'40 metros de ancho. El arco tiene una altura de 10'10 metros y un radio aproximado de 2'30 metros.
El Arco de Bará ha tenido una serie de restauraciones en: 1786, 1840 y 1936. En 1936 a causa de la Guerra Civil Española sufrió una serie de daños que afectó la parte interna del pilar oriental por eso se tuvo que volver a restaurar.
Parte de los sillares.
Placa de declaración Patrimonio de la UNESCO.
Parte de las inscripciones conservadas.
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