Se le solía representar con una hoz o guadaña, que usó como arma para castrar y destronar a su padre, Urano. En Atenas se celebraba el duodécimo día de cada mes una fiesta llamada Cronia en honor a Crono para celebrar la cosecha, como resultado de su relación con la virtuosa edad dorada, seguía presidiendo como patrón de la cosecha. Crono también fue identificado en la antigüedad clásica con el dios romano Saturno.
El más poderoso de los titanes, Cronos, se casó con la más grande de las titánidas, Rea, pero desde un principio el matrimonio fue un desastre. Como a Cronos le habían dicho que algún día perdería el trono a manos de uno de sus descendientes, en cuanto Rea daba a luz a un hijo, se lo comía. Así, Cronos se tragó sucesiamente a Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón.
Rea estaba desolada así que le pidió ayuda a sus padres, Gea y Urano. Cuando estaba a punto de dar a luz al último de sus hijos, Zeus, se escondió en Licto, un pueblo de la isla de Creta, y le confió el dios recién nacido a su madre, quien ocultó en la profunda gruta. A Cronos le dio una enorme piedra envuelta en telas y se la comió de un bocado sin sospechar el cambio. Mientras tanto Zeus creció y se desarrollo tranquilamente, pasado un año fue lo bastante fuerte para poder derrotar a su padre. Entonces, le venció con sus simples manos ( otras tradiciones dicen que le drogó y le obligó a vomitar a sus hermanos). Luego liberó a Brontes, Estéropes y Arges ( ciclopes hermanos de los titanes), como muestra de gratitud le regalaron el trueno, el relámpago y el rayo.
Sin embargo, en cuanto se recuperó de la sorpresa, Cronos reunió a sus hermanos y se lanzó contra sus hijos para echarlos para siempre del Olimpo. Se avecina la mayor batalla de todos los tiempos: La Titantomaquia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.