La Torre de Hércules

La torre de Hércules fue construida por los romanos como faro de navegación en Finisterre en el siglo I construida entre los reinados de Nerón y Vespasiano. Cuando los romanos eligieron donde construir la torre, eligieron un terreno que formara parte de un santuario indigena. Era frecuente que los celtas consagraran zonas costeras a divinidades similares a Hércules, además en el caso coruñes se da la coincidencia de que las tres rocas que se sitúan en frente de la Punta Eiras (lugar donde se encuentra situada la Torre de Hércules), se conocen como Buey, Vaca y Becerro, los mismos nombres que se repiten en el santuario de Kenemare, en la costa de Irlanda, donde se encuentra la isla de Donn o de los Muertos. Por lo tanto el terreno que rodea a la torre en la época prerromana había un santuario de culturas anteriores. Cuando se construyo la torre esta quedaba alejada de la ciudad romana de Brigantium, pero con el paso del tiempo la distancia se fue acortando hasta que empezó a  formar parte de la ciudad. En la torre hay una inscripción que dice: "Consagrado a Marte Augusto. Gaio Sevio Lupo, arquitecto de Aeminium, Lusitano, en cumplimiento de su promesa."

Inscripción

La torre se construyó para ser un faro que guiara a los barcos hasta la costa y, el la actualidad el faro sigue en funcionamiento pero otros faros con el paso del tiempo se dejaron de usar, pero este se sigue usando en la actualidad.

La Torre de Hércules

Cuenta la leyenda que un día Hércules vino a España para buscar al gigante Gerión que reinaba en las tierras que se encontraban entre el Duero y el Tajo, con el fin de liberar al pueblo de él. El enfrentamiento duro tres días y, Herculés ganó al gigante cortándole la cabeza y enterró su cabeza junto al mar. Decidió construir una torre encima de la cabeza para conmemorar su victoria y allí cerca fundó una ciudad a la que llamó Crunia, en honor a la primera mujer que vivió en este lugar y de la cual se enamoró.

Con el paso del tiempo la torre se fue deteriorando, pero su exterior fue reconstruido por Eustaquio Giannin, al que contrató Carlos III en 1790, pero su interior no se ha restaurado.

Interior de la Torre